Reportero especializado en banca y finanzas. Antes, estuvo en la agencia internacional de noticias Reuters, donde cubrió empresas y mercados europeos, y en el periódico El País, dedicándose a temas económicos. Italiano, pero ciudadano del mundo.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) defendió que, a la hora de ejercer su función reguladora en un proceso de consolidación, no puede establecer unos compromisos eternos, al tratarse de algo que no le compite. "Estos remedios, necesariamente, deben tener un carácter temporal ya que, en otro caso, serían medidas regulatorias indefinidas que la CNMC no está habilitada para establecer a través del mecanismo de control de concentraciones", detalló en el documento sobre el dictamen de la opa BBVA-Sabadell.

Los compromisos que BBVA debería asumir en su intento de hacerse con Banco Sabadell han sido objeto de un intenso debate durante el escrutinio de la operación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Las Cámaras de Comercio de Cataluña y Alicante pidieron un blindaje del crédito a todas las pymes cuya cuota de financiación con las dos entidades alcance un 50%. La patronal catalana Pimec fue aún más estricta en su análisis, al exigir que este umbral baje al 20%, según el documento publicado por Competencia sobre su dictamen.

La fintech italiana Scalapay, especializada en la opción de pago "compra ahora, paga después" (buy now, pay later, en inglés), busca reforzarse en España. Tras aterrizar en este mercado hace tres años, considera que tiene un potencial de crecimiento enorme debido a la alta tasa de digitalización del país y al aumento de las transacciones online. "El momento es muy positivo, porque si miramos al desarrollo que tuvimos en Italia o en Francia cuando entramos allí, estamos creciendo mucho más ahora en España. Los grandes players que han entrado en Europa desde China, por ejemplo, han elegido España como test", ha apuntado Giorgio Moretti, country manager de Iberia de la firma.

Las principales autoridades europeas comienzan a pasar de la teoría a la práctica para aliviar las cargas a la banca. El objetivo es reforzar las entidades financieras para que ayuden mejor con los grandes desafíos inversores del Viejo Continente y fortificar su competitividad frente a los colosos globales de Estados Unidos y China. La Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y hasta el Banco de España han armado equipos especializados para trabajar en una simplificación normativa.

La duración del mantenimiento del crédito a las pymes ha sido uno de los asuntos más delicados en el largo análisis de la opa del BBVA al Sabadell: el vallesano cifró en 21.500 millones de euros la reducción de crédito nuevo a estas empresas tras la operación. En su diálogo con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el banco vasco llegó a plantear hasta seis propuestas de compromisos y, finalmente, prometió mantener el circulante a las pymes clientes de Sabadell, así como el volumen del crédito a aquellas que dependan de forma significativa para su financiación de ambas entidades o de una de ellas. Todo esto durante tres años, prorrogables a otros dos adicionales. Un plazo de tiempo que se queda muy lejos de la petición que hizo el banco opado: Sabadell había puesto sobre la mesa una duración de este compromiso de ocho años, algo que Competencia vio inviable, al considerarla una "propuesta desmedida".

La banca competidora se desmarcó del Sabadell, al considerar que los compromisos propuestos por BBVA con respecto al mantenimiento del crédito a las pymes es "suficiente" para mitigar cualquier riesgo de reducción de financiación para estas empresas. Así lo refleja el informe detallado publicado ayer por Competencia sobre el resumen del dictamen divulgado hace semanas sobre la transacción. El documento enumera las entidades que llegan a esta conclusión: Santander, CaixaBank, Deutsche Bank, Unicaja, Bankinter, Ibercaja, Abanca, Banca March y Kutxabank.

En materia de concentraciones empresariales existe un termómetro conocido como indicador Herfindahl-Hirschman (HHI) que cuando alcanza determinados umbrales pone en alerta a las autoridades de Competencia. Según las reglas de la Comisión Europea hay problemas cuando el umbral se mueve entre los 1.000 y 2.000 puntos y sube de golpe más de 251, o si el avance excede los 150 a partir del nivel de 2.000.

La estrategia puesta en marcha hace más de dos años por Banco Santander para convertirse en un banco más simple e integrado cuenta con Gravity como valioso aliado. El software desarrollado por la propia entidad para migrar a la nube la infraestructura tecnológica del banco, es decir, donde se procesan las principales transacciones financieras -como transferencias de dinero, depósitos y préstamos- es uno de los principales vectores de la digitalización del grupo. El Santander pisará el acelerador en su proceso de transformación a lo largo de los próximos meses, de manera que el 80% de sus clientes estarán en Gravity antes de fin de año, una cuota que a finales de 2024 alcanzaba un 30%.

El concepto de interés general que el Gobierno vigilará en su escrutinio de la opa de BBVA al Sabadell excede las cuestiones de solvencia y de competencia, según defendió este miércoles el consejero delegado del banco vallesano, César González-Bueno. El banquero precisó que “está la solvencia, que mide el Banco Central Europeo (BCE), y la competencia, que mide la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)”. “Pero si nos preguntásemos cuáles son los temas de interés general, no sé si los primeros que se nos ocurrirían serían la solvencia y la competencia. Se nos ocurrirían otros también. Y eso es lo que hay que vigilar en conjunto. Mientras esto esté dentro de los ámbitos razonables, es eficiente consolidar a nivel nacional”, afirmó el directivo en una jornada bancaria organizada por la escuela de negocios IESE y FTI Consulting.

El vicepresidente del Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha criticado este miércoles la "obsesión" por parte de los reguladores y supervisores de Europa de exigir más capital a la banca, algo que merma la capacidad de las entidades de conceder financiación. "Todo es capital centric. Pedir más capital implica menos préstamos", ha apuntado Álvarez en una jornada bancaria organizada por la escuela de negocios IESE y FTI Consulting.