Economía

Trump desata una guerra global contra el IVA: las claves de una nueva estrategia de aranceles difícil de descifrar

  • Prácticamente todos los países del planeta se verían afectados
  • Europa podría enfrentarse a un arancel conjunto para los Veintisiete

Ataque al sistema fiscal mundial. Más o menos es lo que ha hecho Trump con los nuevos "aranceles recíprocos". El presidente de EEUU ha firmado un memorandum, que no entrará en vigor hasta primeros de abril, para cargar contra el IVA de todos los países del mundo. Ha ordenado a las agencias federales que estudien cómo armar aranceles contra productos extranjeros, en consonancia con el IVA que aplican los países. Se puede entender que Trump ha lanzado un IVA solo a los productos extranjeros.

Al contrario que las amenazas a México y Canadá y los aranceles ya aprobados contra China, este ha sido mucho más cuidadoso. Trump no lo ha puesto en marcha inmediatamente, sino que ha ordenado al Departamento de Comercio estudiar el diseño de un arancel. En otras palabras, ha tirado por la vía lenta y compleja, involucrando a más personas y agencias y dando un amplio margen para estudiar y negociar sus efectos. Y además, ha incluido un mecanismo por el cual se estudiarían los efectos de estos aranceles sobre la inflación de EEUU, que está subiendo por encima de lo esperado, y que los aranceles empeorarían.

¿Qué es un arancel para Trump?

La segunda clave es que Trump no parece tener muy claro qué es un arancel. Bueno, o no tiene muy claro qué es el IVA. En cualquier caso, hoy ha equiparado el IVA, un impuesto indirecto a la compra de bienes y servicios que aplican los países internamente a todos los productos, a una barrera comercial para productos estadounidenses. Tanto los productos fabricados en ese mismo país como los de EEUU pagan IVA por igual, así que no es una medida proteccionista. En ningún caso el IVA es un impuesto que ponga en desventaja competitiva a los productos de EEUU: el campo de juego es el mismo para todos.

La Tax Foundation, organización no gubernamental de expertos fiscales fundada en 1937, ha desmentido la postura del magnate esta misma semana. Según los analistas Sean Bray, Jared Wallczak y Eerica York, este argumento no solo refleja una completa ignorancia en relación al funcionamiento del IVA. "Peor", ha afirmado Tax Foundation, ya que desplaza la culpa de la falta de competitividad estadounidense al IVA europeo en lugar de reevaluar los defectos de los complejos sistemas tributarios federales y estatales de EEUU: cada estado cobra su propio impuesto a las ventas, y algunos ni siquiera lo hacen.

Casi todo el mundo tiene IVA

En este sentido, EEUU es uno de los poquísimos países de todo el planeta que no aplica ese impuesto. En su lugar, los gobiernos locales y estatales son responsables de cobrar el impuesto sobre las ventas, conocido como sales tax. En total, 175 países sí lo tienen: solo se salvan unos pocos estados caribeños, africanos, de Oriente Medio y del sudeste asiático. Castigar el uso del IVA implicaría poner aranceles a prácticamente todos los países del mundo, empezando por Canadá, México o Israel.

El argumento del IVA puede ser una excusa para poner aranceles a la UE, un club al que lleva meses advirtiendo de que quiere castigar por el superávit comercial que tiene con EEUU. El problema para Trump es que la UE tiene un arancel medio inferior al de EEUU, así que actuar de forma "recíproca" implicaría bajarlos en muchos casos, no subirlos. De ahí esta excusa para justificar esos impuestos.

Déficit y deuda pública

De nuevo, el problema base de Trump es que el presidente insiste en culpar a los déficits comerciales de la deuda pública de EEUU. El déficit comercial, por definición, se cancela con una inversión extranjera equivalente (compra de bonos del Tesoro, acciones, construcción, etc.) y no afecta las cuentas del país. Pero Trump parece confundir el déficit público (que el Estado gaste más dinero de lo que ingresa por impuestos) con el déficit comercial, y culpa a este de la deuda pública que ha acumulado el país. Trump cree, según repite constantemente, que las importaciones suponen "subvencionar" a otros países, como si EEUU enviara dinero de su Tesoro a otros estados, y que los aranceles suponen 'cobrar' un impuesto a esos países, no a los propios consumidores estadounidenses. Ha prometido imponer los aranceles "país por país", empezando por aquellos con los que EEUU tiene un mayor déficit comercial.

Los países con los mayores déficits comerciales con EEUU son, por este orden, China, México, Vietnam, Alemania, Japón, Canadá, Irlanda, Corea del Sur, Taiwán e Italia. México y Canadá están en su propio grupo, China ya ha sufrido aranceles, y Japón y Corea tienen sus propios argumentos para justificar que Trump les dé un trato de favor por su importancia como bases estadounidenses en Asia. Vietnam y Taiwán pueden enfrentarse a una fuerte amenaza. Y luego está la UE.

¿Y qué pasa con España?

En el caso europeo, eso supondría castigar en concreto a Alemania, Italia e Irlanda. El problema es que la UE tiene una unión aduanera: un país no puede imponer aranceles distintos a Portugal y a Lituania. El motivo sería simple: bastaría con que los productos 'castigados' de Alemania se dieran un 'paseo' por Austria o Francia antes de embarcar hacia EEUU para esquivar ese castigo.

En el caso de España, por ejemplo, nuestro balance comercial con EEUU prácticamente está en 'tablas', por lo que no sería uno de los objetivos de la ira del magnate. En su primer mandato, Trump ya intentó poner aranceles distintos a diferentes países, pero la Unión se mantuvo unida y evitó el 'divide y vencerás'. Así, es posible que Trump, si de verdad quiere castigar a países concretos de la UE, tendrá que poner un arancel general a todos los productos de los Veintisiete, desatando una respuesta de toda la Unión que desataría una guerra comercial trasatlántica.

Mensajes ocultos y letra pequeña

El anuncio de "aranceles recíprocos" está siendo leído por el mercado como un retraso en la imposición de aranceles. Además, nadie sabe todavía si esta sería una nueva ronda de aranceles sobre los ya existentes o si sustituye a los primeros anunciados. Canadá, China y México también estarían en la lista de países afectados: ¿supondría esto un doble arancel?

Las bolsas han acelerado las subidas, con el Dow Jones como el más beneficiado. Los mercados compran la idea de que los aranceles serán más reflexivos. Habrá un estudio país por país, habrá un plazo antes de que entren en vigor y habrá una revisión cada seis meses, para estudiar su efecto sobre la inflación.

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