TRANSPORTE
Durante décadas, las grandes navieras han competido por cuota en el transporte marítimo internacional. Hoy, el terreno de juego se ha ampliado: ya no se trata solo de mover contenedores, sino de controlar cada eslabón de la cadena logística. En un contexto de disrupciones globales, incertidumbre geopolítica y presión sobre los costes, compañías como MSC, Maersk o CMA?CGM están extendiendo su presencia hacia puertos, terminales, empresas de remolque y operadores logísticos. España, con enclaves estratégicos como Valencia, Algeciras y Barcelona, se ha convertido en uno de los escenarios principales de este proceso de integración vertical.